martes, 24 de enero de 2012

#Díadelchorizo


Todos los años a finales de enero, el día 23 concrétamente, se celebra en mi ciudad el día del chorizo. Una fiesta tradicional que culmina la matanza del cerdo y celebra, como debe ser, la primera degustación de los productos que éste genera. Es costumbre acudir al campo con una pandilla de amigos a disfrutar del sol invernal y a derrochar energías para abrir el apetito y cumplir con el acoso y derribo de esa tripa llena de carne que recibe el potente nombre de chorizo.

Puestos en contexto, y pasando página sobre la estela de recuerdos que trae las primeras salidas al campo y las correspondientes fechorías adolescentes, este año el día ha tenido un punto de especial. Los tiempos de crisis que corren, junto a la gracia intrínseca de la red twitter, han sacado a la luz otra de las acepciones de la palabra la de "ratero, descuidero, ladronzuelo" etiquetado bajo el hashtag #díadelchorizo.

La situación de nuestro país ha puesto al descubierto a gestores de lo ajeno en todos los niveles, recordándonos, no descubriéndonos, que en España hay mucho "chorizo". Y  por ello, en el twitter sus usuarios han aprovechado para reinventar la efemérides y asimilar el "día del chorizo" para celebra también el día del ladronzuelo de lo público. Han destacado, por encima de todos los choriceros patrios, el yerno azul  y el político bien vestido. Los dos, ya en manos de la justicia, son la punta del iceberg de lo que se viene encima por esa costumbre insana de aprovecharse de lo ajeno tan arraigada en la actual sociedad española. No son los únicos, surgen ejemplos desde todos los lugares y tampoco piensen que nos sorprenden demasiado. Hay una frase castiza que analiza con dejadez esta situación: "que no nos pongan donde haiga"; tal vez, sea el resumen de una cultura generalizada que, premiada durante tantos y tantos años incluso con victoria en elecciones, hoy nos parece hasta naturalizada. 

Sin dejar de salir de mi asombro con nuestro terruño, con todo el trabajo que tienen los tribunales españoles con tanto descuidero, se está juzgando al juez Baltasar Garzón, tras denuncia de dos colectivos de utltraderecha (que palabro más antiguo), por declarase competente para denunciar la dictadura franquista, sus crímenes y desmanes totalitarios frente a los derechos humanos que durante más de cuarenta años afectaron a los españoles. 

En fin, que por etiquetar no sea #Españaesasín #Españistan #Españayole 




jueves, 12 de enero de 2012

38 y dos ideas para una generación responsable.

Idea 1. El socialismo español necesita un cambio generacional para movilizar a cuatro millones de votantes que no detecten sombras de aquello qué produjo su desmovilización para siguientes procesos electorales. Ésta es una clave para el próximo Congreso del PSOE qué no debe escapársele a nadie. Remarco lo de generacional porque está claro que existe un grupo de políticos que deben dar un paso hacia delante. Les estábamos esperando, les estamos esperando. Representados por la figura de Carmé Chacón (Esplugas de Llobregat, 1971) la mayoría pertenecen a la generación de nacidos en los años 70. Potencialmente muy preparados y con necesidad de creerse esa gran generación que son. Una gran generación de españoles, también una generación de personas que posee el conocimiento y la formación política necesaria para adaptar a la sociedad española o, en este caso, al Partido Socialista a los nuevos contextos y a los nuevos cambios.


 Idea 2. El conocimiento es la clave para sacar este país adelante. Los españoles que han sido formados durante años en las universidades españolas tienen la responsabilidad de mejorar su país, de otorgarle la fuerza que necesitan la sociedad y la economía para salir de esta situación de crisis. Hay que exigirlo, tienen que exigírnoslo. Por la misma relación, muchos de estos universitarios que militan en el Partido Socialistas tienen su responsabilidad: mejorar su partido y sacarlo de ese túnel que han significado las elecciones del 20-N. En términos de guerra estos deben trabajar para volver a invadir la política nacional, regional y municipal. Deben ser responsables para, a todos los niveles, demostrar la capacidad de liderazgo y de gestión que atesoran. Las ideas son las mismas, las de siempre, las que muchos desean y todos conocen. Las formas de ejecutarlas no deben ser las mismas, estoy seguro de qué si es a través de ese conocimiento no lo serán. 


Es necesario reconocer que muchos políticos socialistas han estado trabajando por este país y han tomado decisiones que han permitido colocar a España en una situación de privilegio mundial. Muchos han participado, desde diversos ámbitos, con el objetivo de mejorar la vida de todos los españoles. Tal vez Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, 1951)  sea el mejor ejemplo: un hombre trabajador que ha destacado en su labor de gobierno y que ha puesto todo su empeño en continuar derrotando a Rajoy el 20-N, aún sabiendas de qué era algo imposible. Además, ha vuelto a la lucha para tener un sitio en el nuevo proyecto de su partido - no dudo de qué lo tendrá -.


El próximo congreso socialista, el 38, está de enhorabuena porque en toda competencia haya al menos dos reflexiones y dos proyectos validos. Seguro, además, que con garantías de articular un mejor modelo de Partido. Pero ¿y para ganar unas elecciones?, es decir, para volver a movilizar a los cuatro millones de votantes perdidos, es aquí donde personalmente entre esas dos grandes generaciones apuesto por nuevas energías, por nuevos equipos de personas para estar en la primera fila y por pedir responsabilidad a esa generación que puede dar mucho más. Siendo, junto a las demás generaciones, capaces de pasar la pesada página del libro de la historia.


Yo si pudiera votar lo haría por Chacón. Aunque mi ingenuidad aún espera poder votarla si, realmente, el PSOE entiende que dentro de estos nuevos cambios está el deseo de participación de la sociedad civil en todos los procesos que afecten a nuestras vidas. Desde la militancia o desde la simpatía, a la francesa, con unas primarias que sirvan para empezar a convencer y a tomar las riendas de este país desde el primer momento.

Reacción acción: totalmente de acuerdo.