“Y aquí estamos todos
fumando y esperando,
mirando las obras
con los jubilados.”
La culpa de todo la
tiene Yoko Ono. Pues no, no es Bárcenas el culpable, ni el Partido Popular, la
corrupción en España es culpa de ‘todos los políticos’, los Yoko Ono de la
historia presente del país. No voy a darle muchas
vueltas al tema pero la hipocresía y la maquinaria de comunicación política
está en plena ebullición. Me sale por fresco el símil
futbolero, siempre de fácil retención: un empate en casa es tan bueno para el Madrid
como la corrupción es un hecho ampliable a todos los políticos y a todos los
partidos.
Es escandalosa, y sorprendente, la
facilidad que existe para culpar a los partidos de izquierdas de corruptos,
además, es directamente proporcional a señalar con el dedo acusador a la globalidad de los políticos
cuándo el partido enfangado es de derechas. Pregunta para sus votantes, ¿es asumible y se da por hecho la corrupción en un partido conservador?
El PP y PSOE no son lo mismo. Lo que sí es cierto es que quiénes eligen la
corrupción, dentro de cualquier institución, les favorece el hecho cultural
español ante ésta y una Justicia organizada durante años para ser juez y
parte. Buscando culpable, hoy nos encontramos en los medios informaciones que fácilmente llevan a entender la corrupción cómo un ‘modus operandis’ en el Partido Popular,
el método. Ojo, el Partido que gobierna este país y que lo gobernará en los
próximos años.
¿Y los ciudadanos? ¿Esperando?. Más allá de la
comunicación en redes sociales, los ciudadanos continúan movilizándose y
saliendo a la calle por multitud de hechos concretos, ya no sólo por la falta
de oportunidades, si no también sorprendidos ante la actitud política de
quienes les gobiernan y, a su vez, les despojan de servicios públicos que, hasta la fecha, pensaban
esenciales; mientras, sin conciencia ni pelos en la lengua, sus gobernantes bien
pagados (los mejores pagados de la historia si atendemos a sus sueldos legales y a los ilegales que descubrimos en las noticias de hoy en el periódico El País) los tachan de ‘despilfarro’.
Y más allá de las redes
sociales y de esas movilizaciones el español de 'a píe' ¿qué hace?. Pues sí, dejarse llevar, 'mirando el decomisos'. Ya sea por la confianza
depositada en esas instituciones o bien por la lejanía que sienten del hecho
político. Pero esa lejanía tiene límite, ya que cada día está más cerca el 'día
D'. No lo duden, los españolitos están incubando el huevo de la serpiente y para
los que todavía creemos en la democracia y en los partidos será el 'día D' más difícil. Trabajo queda.
La música adecuada:
Nota: En España está (pienso que estuvo) de moda nombrar calles a las ‘víctimas del terrorismo’, un nombre horroroso y poco pedagógico para explicarle el motivo a nuestros hijos. Un nombre que rezuma resentimiento hacia una generalidad que se concreta en la cabeza de cada uno. Nunca ha estado de moda ponérsela a las 'víctimas del holocausto', o a las 'victimas de la guerra civil española', sí a los ‘caídos por la patria’, incluso con nombres y apellidos. Puede que en un futuro esté de moda y tengamos que ponerle nombre a nuestras calles con ‘Victimas de la corrupción’ o lo que sería peor ‘Victimas de la corrupción de los partidos gobernantes en democracia’ en el caso de que la democracia pase página. Si no paramos está sangría no quedará hueco en nuestras calles para tanta víctima.