domingo, 4 de octubre de 2009

Olimpiadas en Río


Enhorabuena a todos los brasileños y brasileñas por la elección de una de sus ciudades más globales para la puesta en marcha de las "Nacional Olimpiadas" del año 2016. Enhorabuena a un país que está centrando sus esfuerzos en salir del pozo subdesarrollado y que otro organismo internacional, como el COI, se lo reconoce. Más allá, tumbando en la competencia a ciudades que se encuentran en la cúspide mundial del desarrollo.

Para las otras ciudades organizar los Juegos Olímpicos significaría pasar de ser gran ciudad a ser símbolo, construir para 2016 un espejo más grande que les permita verse más poderosas y por encima en la competencia con otras ciudades: Madrid versus Barcelona. Tokio versus Pekín. Chicago versus Nueva York.

Para Río significa oportunidad. Es el triunfo de los pequeños, el triunfo de Lula y su Brasil, de un subcontinente entero, una decisión que tiene recorrido en el tiempo, más allá de milagrosos Obamas y tristes Reyes.

No me da pena de Madrid, ciudad que, por sí sóla, me encanta. Tiene la fuerza de una gran ciudad es dinámica y exitosa. Sin embargo se pierde, me desencanta, cuando busca la comparación con otras ciudades, cuando busca la diferencia, cuando lucha con Barcelona por ser más y más, aún siendo iguales y mucho más que las demás ciudades españolas. Me desespera del todo cuando Madrid termina acaparando el sentimiento de todos, del resto del país y, por su puesto, nunca de forma incluyente.

En fin, que tal vez los ocho años que he vivido en Madrid me hagan pensar y opinar que esta ciudad no merece ser olímpica. Pero más ahora, tal como estamos, en la situación que se encuentra este país (España). Realmente, lo que me hace pensar que Madrid y España no merecen estar ahí es el DERROCHE, la cantidad de dinero que se debe gastar y la cantidad aún mayor de dinero que se iba a tirar, justificándolo en esos juegos que deberían llegar a ser el gran escaparate: los mejores de la historia mundial de la humanidad o, al menos, mejores que los que todos tenemos en mente.

De aquí al 2016 vamos a tener muchas necesidades, las ciudades que no son Madrid y Barcelona, también quieren crecer. Y el esfuerzo del País es necesario repartirlo aún más y dejarse de faustos centralizados. Ya que la organización de unos juegos en Madrid iban a salir de las arcas de todos, creo que es hora de redireccionar ese dinero, que salga de esas arcas en estos años que viene para todos. Y Madrid, aún o así, no merece una misa para uno de provincias.

No estaría mal llegar al 2016 con las economías familiares saneadas y poder irse a Brasil a ver Olimpiadas, por lo menos. ¿Quién se apunta?

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