miércoles, 3 de diciembre de 2008

"Lo que hay que hacer"

Pobre hombre el señor quien ha osado poner en compromiso a un Juez de Valladolid para que dicte una sentencia que obliga a retirar los crucifijos de las aulas y espacios comunes del colegio Macías Picabea. Incluso a su niña le han dicho que no va a tener Navidades. Que horror! ni crucifijos, ni navidades.

Me viene a la cabeza una respuesta que me han dado en una conversación entre amigos "progresistas", reflexionando superfluamente sobre la invitación del colegio público de mi hijo para participar en una muestra municipal de villancicos. La respuesta sin contextualizar fue "hay que hacer lo que hay que hacer", lógicamente esta entrada volvio a avisarme de que vivo en una sociedad conservadora y que en terminos de "provincias", como es el caso del señor de Valladolid y el mío, vamos aún más allá rozando el ultraconservadurismo.

Me anima para seguir con la educación laica de mis hijos, a pesar de las barreras que suponen las dificultades intrinsecas al cole, haber nacido en este pais que tiene su historia católica, mi total falta de creencia y vivir la época que vivo. Todo se resumen en la frase "lo que es imposible es imposible". Además, pienso que nos encontramos en un momento que, a pesar del conservadurismo existente, las personas hemos desarrollado un buen mecanismo: la capacidad de normalizar todo una vez se instala en nuestra vida. Es decir, rompemos el conservadurismo con más conservadurismo: "hacemos conservador lo revolucinario en naita que podemos". Espero que éste sea el método para romper con el aparato seudocatólico que gobierna en muchos espacios sociales, culturales y políticos de este país, disfrazando nuestra cultura de sus elementos superfluos y casposos, aunque sea de mentira y sólo para poder manejar al redil.

4 comentarios:

  1. Los que tenemos hijos en edad escolar nos encontramos ante una nueva lucha, y con la iglesia hemos topado.

    En mi casa hemos recibido educación católica, y al final no me ha ido tan mal, esto quiere decir que no me importa que mi hijo llegue a casa cantando fun fun fun.

    El problema está en la imposición por parte de los creyentes de lo que ellos creen que es correcto, y en el conformismo de los padres no tan creyentes a pasar por determinados aros.

    Esto mismo pasa con los simbolos religiosos, es complicado educar a alguien a respetar las creencias religiosas de el de al lado cuando este no respeta las tuyas.

    Y la religión es sólo el principio, debemos aprender a educar contracorriente...

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  2. La opción está en nuestra mano. Creo que el tema religioso en la escuela pública está resuelto siempre y cuando los padres vean que quienes la mantienen no buscan educar a sus hijos, si no mantener su hegemonía. Cada día somos más y cada día son más los que piensan que ellos también podrían.

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  3. Os diré, como vallisoletano, que aquí esta historia esta escociendo muchísimo.
    Particularmente pienso que no hace mal a nadie, igual que tenemos una iglesia en la calle, podemos tener un crucifijo en un aula.
    A quien ofende una cruz?
    A mi no me importaria que se añadieran otros símbolos religiosos junto a la cruz.
    Tampoco me voy a morir si los quitan.
    Lo que si que creo, esque en este pais, se pierde demasiado tiempo con estas pijadas, en vez de emplearlo en buscar soluciones a problemas tan importantes como la lacra terrorista o el paro.
    En fin, quedad con Dios.

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  4. Por arreglar las cosas importantes no podemos dejar de solucionar los problemas sencillos. Es un gran error mantenerse al margen de los pequeños detalles por que siempre hay cosas mejor que hacer, eso no es el paradigma del buen padre.

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Reacción acción: totalmente de acuerdo.