sábado, 7 de marzo de 2009

Mujeres en la mina: un paso más para la igualdad



Bajo el título que publico en esta entrada voy a incluir un artículo realizado por mi hermana, Elena, publicado en periódicos de Puertollano y que subraya el heroísmo de las primeras mujeres que trabajaban en artes o industrias habituales de los hombres, en este caso la situación de las mujeres que trabajaban en la mina. No creo mucho en las luchas de genero y en la necesidad de diferenciar al hombre y la mujer en la política, ni en estas fiestas generalistas, pero sería de necios no celebrar hechos como la igualdad de hombre y mujer en el trabajo y lo que conlleva en la creación de nuestra sociedad.

"No había tenido la oportunidad de visitar el Museo de la Minería anteriormente, después de años fuera de mi ciudad natal. La vuelta al hogar y el paseo por los rincones de la ciudad, me hacen entender la importancia que tiene recuperar la memoria histórica, Puertollano una ciudad que no olvida su pasado minero, una ciudad industrial, esa es la lectura.

En estos días donde se conmemora el Día Internacional de la Mujer, en primera plana en todos los discurso resonantes aparecen tres palabras: mujer, igualdad, derechos...Uno de esos días de reencuentro caminé hasta el parque del Pozo Norte donde se ubica el Museo que conmemora años de esfuerzo, de crecimiento, de riqueza, de decadencia. Algo me llamó la atención de inmediato: al subir la primera planta, en una foto grupal; una minoría de mujeres trabajadoras; me quedé mirándolas y hoy me atrevo a hacer una lectura, que no deja de ser subjetiva: me fijé en la expresión de sus rostros, podía intuir su sacrificio, su lucha por la supervivencia; pero también un sesgo de tristeza y de incomprensión sostenida, llevada con resignación y elegancia. Quizá la dignidad que reporta el trabajo, tal como hoy la entendemos, para ellas no era suficiente para conseguir un status social respetado, "deseado".

Estas Mujeres estaban marcadas, estigmatizadas, eran disidentes del discurso dominante patriarcal: profundamente moralista y sustentado por estructuras de género muy claras. Y esa era la realidad de su día a día. Salían de la casa, su "habitat natural" y caminaban no sé si con la cabeza algo inclinada a la mina en donde su labor era imprescindible para el buen funcionamiento de esta. Su trabajo no era menor, no hay constancia de que bajaran a la mina, estoy segura que alguna lo intentó, pero no lo he podido probar, sabemos que en el exterior realizaban una labor fundamental para el resto de trabajadores y para la producción: muleras, cribadoras (en los talleres de selección: se encargaban de retirar la piedra estéril que se colaba entre el carbón al ser extraído), lavanderas, repartidoras de alimento, etc. Un trabajo que, aunque necesario, no les reportaba la dignidad, incontestable como personas y como ciudadanas.

Mujeres en su mayoría viudas, solteras, que probablemente, no por vocación, tuvieron que salir de sus casas a un lugar desconocido, la mina, ¡y no las educaron para eso!. Ahora tendrían que reinventarse en un terreno hostil, que no se reducía a su ámbito de trabajo; fuera de él eran miradas con lupa, criticadas, olvidadas por herejes. Desde aquí, ahora en el siglo XXI cuando las recordamos, nace la profunda admiración y, escarbando, para un mejor entendimiento en la memoria de otras personas que convivieron en esa realidad, llegamos, ahora sí, a una misma conclusión: hoy son heroínas, nuestro ejemplo, el espejo en el que mirarnos.

Ahora la mujer tiene derecho a tener derechos, estamos en lo más alto del podium y caminamos hacia el empoderamiento en todos los ámbitos de la sociedad. Allí en la mina para ellas la meta era la subsistencia, el sufrir el aislamiento social nunca fue lo suficientemente fuerte como para dejar de ser lo que eran: mineras, para ellas su única elección."


Autora: Elena Sánchez - Historiadora

lunes, 2 de marzo de 2009

Rajoy, los socialistas y los 150.000 votos perdidos

Hoy Rajoy debe de estar encantado de conocerse después de semanas con su partido en píe de guerra y con la justicia detrás de quienes ganan con la política. Las aguas de los populares se han tranquilizado con la victoria electoral con mayoría absoluta en Galicia. No tengo muchos datos, los políticos gallegos no son muy populares por estas tierras, pero qué nefasta actuación de gobierno ha tenido que hacer el ex presidente gallego Touriño para que la "groupe" popular le haya desbancado y vuelva al poder en mayoría absoluta a uno de sus territorios históricos, donde sólo el chapapote puso orden.

Por otro lado, los socialistas están contentos a medias. Euskadi y sus resultados electorales seguro que no tienen en el seno del partido todas las lecturas positivas que podrían tener alcanzar 25 escaños. La mayoría insuficiente del PNV hará que exista más de un quebradero de cabeza para formar gobierno en un parlamento donde la democracia representativa, que mide sus votos en escaños en las asambleas donde se representa la voluntad popular, se ha olvidado de 150.000 votantes, aunque los números nos pueden llevar a pensar que 50.000 se han decidido por Aralar. ¿Más trabajo para los juristas que tienen las armas legales que en su día fabricó el poder legislativo?.

Reacción acción: totalmente de acuerdo.